NUEVAS TECNOLOGÍAS APLICADAS A LAS FINANZAS

8. Negociación de alta frecuencia ("High frequency trading")

Introducción

Los mercados de valores y derivados acaso sean la parte más esotérica y compleja de un sistema financiero que ha devenido global y en el que con la misma facilidad podemos abrir una cuenta corriente en la sucursal bancaria de la esquina más próxima que invertir, desde nuestro propio hogar, gracias a la banca electrónica o móvil, en acciones de una pujante compañía cotizada española, luxemburguesa o china.

Una vez que la orden de compra o venta de un determinado valor ha sido cursada por el cliente, en general, a través de una empresa de servicios de inversión debidamente habilitada, se procura casar la misma con otra de venta o compra, respectivamente, que responda a las características de aquella (de mercado, por lo mejor, limitada, todo o nada, ejecutar o anular, volumen mínimo…).

¿Por qué el plazo de ejecución de una orden de compra o venta de valores es importante?

Tradicionalmente, se ha considerado que lo de menos es cuánto tarda en ejecutarse, dentro de lo razonable, una orden de compra y venta de valores, pues lo relevante, más que el tiempo de ejecución, es el período que el inversor desea mantener el valor en cartera.

No obstante, de un tiempo a esta parte, los plazos de tenencia de la participación empresarial, han ido menguando con el paso del tiempo, hasta el punto de que cada vez es más habitual que se desarrolle una operatoria intradía, es decir, en la que se toman posiciones y se deshacen dentro de una misma jornada o sesión bursátil.

En este caso, la velocidad de ejecución para comprar y vender acciones, para entrar y salir del mercado casi en tiempo real, es clave, pues el horizonte de la inversión es mínimo y, precisamente, lo que se persigue es obtener el máximo partido de las oscilaciones, por exiguas que puedan ser, de la cotización de las acciones de una determinada sociedad.

Las innovaciones tecnológicas –y las infraestructuras físicas que les dan soporte, que han de estar construidas en línea recta y sin obstáculos para que los impulsos electrónicos o las ondas se transmitan más rápido– han permitido que un segundo sea, literalmente, una eternidad. Un milisegundo (la milésima parte de un segundo) permite a las compañías que disponen de los medios más avanzados obtener ventajas fabulosas.