NUEVAS TECNOLOGÍAS APLICADAS A LAS FINANZAS

1. Introducción

Contextualización

Una primera aproximación a la digitalización de los servicios financieros nos debe llevar, necesariamente, al papel desarrollado por el sistema financiero tradicional, y por el bancario, especialmente, en las últimas décadas [1] . El sector financiero tradicional (denominación que emplearemos en este trabajo para la diferenciación con el sector conocido como “Fintech”, de más reciente aparición, al que más adelante nos referiremos) ha tenido –y sigue teniendo– un claro compromiso con las nuevas tecnologías y la transformación digital, tanto por imperativos estratégicos como por necesidad.

González-Páramo [2] , a partir de la aparición de los primeros ordenadores, identifica tres periodos de adopción de las tecnologías digitales por parte del sector financiero:


1967-1981, cuando se mecanizaron las aplicaciones internas, con la incorporación de sistemas “mainframe” en los servicios centrales y la irrupción de las tarjetas de crédito, los cajeros y los datafonos o terminales punto de venta, quedando cerrada esta fase con la llegada de los ordenadores personales a todos los niveles de la organización bancaria, y, en particular, a las redes de negocio.

1981-1992, época en la que se desarrollaron los sistemas de intercambio, como el Sistema Nacional de Compensación Electrónica y el Sistema de Interconexión Bursátil Español, y en la que se tomó conciencia de los riesgos de la interconexión electrónica de los sistemas financieros.

1992-2008, años en los que se desarrolló la “multicanalidad”, gracias al impulso imprimido por Internet y la telefonía móvil, lo que sirvió para poner en cuestión el modelo tradicional de distribución de la banca minorista y la red de oficinas.

Según González, actualmente estaríamos inmersos en el inicio de la Cuarta Revolución Industrial, caracterizada por un gran componente disruptivo e innovador, “que se está construyendo a partir de la Tercera [Revolución Industrial], la revolución que arrancó a mediados del siglo XX, y que se caracterizaría, fundamentalmente, por la fusión o combinación de tecnologías que borran los límites entre los ámbitos físico, digital y biológico” [3] .

Lo anterior hace necesario que la población cuente con un conocimiento y dominio de las herramientas digitales aceptable, motivo por el cual, el Proyecto Edufinet crea EdufiTech, un portal web de contenidos financieros específicos relacionados con las nuevas tecnologías y la transformación digital aplicada a las finanzas.



[1] Es aconsejable recordar que siendo el sistema financiero único conceptualmente reposa sobre tres pilares fundamentales, que son el mercado bancario, el de instrumentos financieros y el de seguros y fondos de pensiones, supervisados en nuestro país, respectivamente, por el Banco de España y el Banco Central Europeo –según las entidades supervisadas sean o no significativas, conforme a lo establecido en el Reglamento (UE) 1024/2013, del Consejo, de 15 de octubre de 2013, que encomienda al Banco Central Europeo tareas específicas respecto de políticas relacionadas con la supervisión prudencial de las entidades de crédito–, por la Comisión Nacional del Mercado de Valores y por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. También merece ser destacada la creciente importancia de las Autoridades Europeas de Supervisión: la Autoridad Bancaria Europea, la Autoridad Europea de Valores y Mercados y la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación.

A su vez, las empresas que intervienen como proveedoras de servicios financieros difieren de un pilar a otro. Sintetizando, en el mercado bancario el papel más relevante lo asumen las entidades de crédito (bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito), en el de instrumentos financieros,  las empresas de servicios de inversión (sociedades de valores, agencias de valores, sociedades gestoras de cartera y empresas de asesoramiento financiero) y las entidades gestoras y de depositaría de fondos de inversión, y en el de seguros y fondos de pensiones, las entidades aseguradoras y los mediadores de seguros (operadores banca-seguros, en lo que ahora nos interesa), y las entidades gestoras y de depositaría de fondos de pensiones.

[2] González-Páramo, J.M. (2016): “Reinventar la Banca: de la Gran Depresión a la Gran Disrupción Digital”, discurso de recepción del Académico de Número Excmo. Sr. D. José Manuel González-Páramo, Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Madrid, 14 de junio.

[3] González, F. (2017): “El próximo paso en finanzas: la banca exponencial”, BBVA Open Mind.